BUHOS DE METAL PARES / JARDIN

En la antigua Grecia, Athenea, la Diosa de la Sabiduría, tenía un búho como compañero, y éste abrió sus ojos a verdades que eran invisibles para ella. En las monedas griegas de la época se podía apreciar en una cara, la cabeza de Athenea, y en la otra, un pequeño búho, razón por la cual también se le asoció con riqueza.

En muchas culturas del Lejano Oriente, esta ave era considerada un guardián sagrado de la vida y de las almas que trascendían de un plano a otro. En la cultura egipcia, celta e hindú, el búho simbolizaba sabiduría, sigilo y clarividencia, por su intuición, conocimiento de la verdad oculta y consciencia de su entorno. Se le otorgaba el don de protector del Inframundo y un guía entre los seres vivos y muertos.

En América, los nativos veían en esta imponente ave el conocimiento sagrado. Los Mayas consideraban al búho como un mensajero del Más Allá, los Chamanes les pedían que iluminaran sus mentes para reconocer las malas intenciones, y vestían sus plumas para contrarrestar malos espíritus.

Durante la Edad Media, a los búhos se les relacionaba con las brujas y su magia negra, de hecho se creía que eran brujas y hechiceros disfrazados. Creían que si por la noche volaban alrededor de una casa o se posaban en el tejado, alguien de esa casa moriría pronto. En la época del Renacimiento perdió su carácter nefasto y se le confirió una imagen de tristeza y melancolía por ser un ave solitaria y nocturna.